
Muchas veces hemos dejado de utilizar una prenda de ropa porque tiene una mancha de tinta.
Las manchas de tinta pueden eliminarse sin necesidad de comprar ningún producto, solamente utilizando métodos caseros.
El limón es un buen limpiador. Se frota la mancha con la mitad de un limón para ir diluyendo la tinta y a continuación con un cepillo y agua hasta que desaparezca.
El tomate, por su ácido, también se puede utilizar de la misma manera. El alcohool, la leche, el detergente y el jabón blanco son, como los anteriores, muy eficaces para eliminar este tipo de manchas.
En el siguiente vídeo se puede ver, con detalle, el proceso.